27 de junio de 2016

Allí arriba.

Anoche soñé que volvías. Que te dejabas ver por aquí. Que tenías las almohadillas llenas de color y te apetecía mancharnos la casa. Y entonces te subías a la cama, y jugábamos a pintarte las patas de color, hasta arriba, para que fueras como el arco iris. Y me gustaba la pata naranja que pinté para ti. Pero entonces maullabas, y con ese maullido te despedías. Y agitabas la cola, y eso era todo lo que dejabas atrás. Un maullido que me decía te quiero y miles de huellas de colores que manchaban mi suelo.

Y supe que esa vez te marchabas para no volver.
Ojalá mi suelo hubiera estado un poco sucio al despertarme.
Te quiero mucho, pequeña. Mancha todo de 
colores allí arriba, igual que me llenaste a mí con ellos.


Porque el mundo sin ti es un poco más pequeño.

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